¡Hola a todos! La semana pasada fue bastante complicada para mí, ¿y para ustedes? Espero que todo haya ido mejor. Hoy quiero hablarles de un tema recurrente, especialmente en niños en edad escolar: el Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH).
¿Qué es el TDAH?
El TDAH se define como “un trastorno del desarrollo neurológico infantil que se caracteriza por la presencia persistente de inatención, hiperactividad e impulsividad” (Bará, Vicuña, Pineda y Henao, 2003). Esto significa que es un trastorno del comportamiento que surge debido a una relación directa entre la estructura cerebral y el comportamiento del niño o niña.
Actualmente, el TDAH es considerado el trastorno mental crónico más común en la población escolar, y su prevalencia parece ir en aumento debido, en parte, a diagnósticos inadecuados.
¿Niños inquietos o TDAH?
Es natural que los niños sean activos, curiosos y observadores, pero entonces, ¿cuál es la diferencia entre un niño inquieto y uno con TDAH?
- Comportamiento diferente al de sus pares: Observa si el comportamiento del niño es significativamente distinto al de otros niños de su edad.
- Falta de atención constante: Si el niño sólo se distrae en la escuela pero en casa puede concentrarse bien, es probable que el problema no sea TDAH.
- Persistencia de la conducta: La conducta debe mantenerse por al menos seis meses o más para considerar un posible diagnóstico.
¿Qué hacer si sospechas que tu hijo tiene TDAH?
Si notas que tu pequeño o pequeña tiene un comportamiento muy diferente al de los niños de su edad, es importante:
- Observar la duración de la conducta: Si esta conducta lleva varios meses, consulta a un especialista.
- Buscar ayuda profesional: Los niños con TDAH son maravillosos y tienen una energía extra que, con la guía adecuada, puede encauzarse de forma positiva.
- Considerar la terapia cognitivo-conductual: Este tipo de terapia ha demostrado ser altamente efectiva para ayudar a niños con TDAH a gestionar su comportamiento y emociones.
Apoyo y recursos
Es crucial entender que los niños con TDAH no deben ser forzados a encajar en un molde. Adaptarnos a sus necesidades les ayudará a evitar frustraciones y tristeza.
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Lectura recomendada
Si deseas profundizar más sobre el TDAH, te recomiendo el siguiente estudio:
Bará, S., Vicuña, P., Pineda, D. y Henao, G. (2003). “Perfiles neuropsicológicos y conductuales de niños con trastorno por déficit de atención/hiperactividad de Cali, Colombia”. Revista de Neurología, Vol. 37 No. 7. Lee el estudio completo aquí.
Nos leemos pronto. ¡Recuerda siempre cuidar de tu salud mental y la de tus pequeños! 🌟